miércoles, 20 de octubre de 2010

EL PENSAMIENTO INFANTIL

Como hemos planteado en clase, la reflexión empirista llevó a John Locke a finales del siglo XVII a promulgar la ausencia de capacidad intelectiva en el nacimiento. El problema, en lo que a nosostros nos concierne, es que esta concepción dejaba al niño, concebido mentalmente como una tabula rasa, completamente "desvalido" frente al mundo, ya que no disponía de la capacidad necesaria para enfrentarse a él y, por ello, dependería de los adultos para adaptarse hasta que tuviera una cierta edad.

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Fue por aquel tiempo cuando otro de nuestros grandes referentes, René Descartes, propuso un planteamiento alternativo, en el marco del pensamiento racional, al considerar la relación existente entre pensamiento y existencia humana (cogito, sum). Descartes, en sus meditaciones, llegó a la conclusión de que la única cuestión fundamental que caracterizaba, sin ninguna duda, nuestra razón de ser, era la posibilidad de pensamiento, ya existente desde el mismo momento de la concepción.

Desde entonces ha llovido mucho. Con posterioridad a Descartes, Kant sentó las bases de la racionalidad como vehículo que articula la inteligencia. En nuestros días, ya en el siglo XXI, cabe pensar en algunas claves fundamentales a tener en cuenta a la hora de considerar el pensamiento humano:

  • El pensamiento es el instrumento de la inteligencia.
  • El pensamiento se refiere al modo en que gestionamos conocimiento, sobre el mundo y sobre nosotros mismos, esto es, al modo en que gestionamos la información disponible.
  • El pensamiento se refiere a la información en cuanto a ideas, a representaciones del mundo.
  • Hoy en día no cabe duda de que las ideas ya están disponibles en el recién nacido. Si bien su carácter no es tan especializado aún como el de los adultos, los niños ya poseen desde el primer momento un amplio repertorio de capacidades cognitivas que le permiten adaptarse al mundo en el que se encuentran.
  • El lenguaje, al igual que otros medios de simbolización, es un vehículo fundamental para la expresión del pensamiento.
Para comprender el sentido de la capacidad de pensamiento en la configuración de la esencia de lo que somos, basta con revisar dos cuestiones fundamentales que nos permitirán comprender un poquito más el mundo infantil. Por un lado, la consideración del DESARROLLO INFANTIL ha de hacerse, en términos adaptativos, en relación a tres ejes fundamentales:
  • El desarrollo del cerebro humano. La estructura biológica y fisiológica que soporta la "cognición" como un sistema vivo sujeto a normas ya codificadas genéticamente.
  • La cognición humana, entendida como el conjunto de procesos o funciónes psicológicas que subyacen al funcionamiento de una estructura biológica como es el cerebro.
  • La conducta. La cara manifiesta del pensamiento, que se expresa en la acción del niño sobre el entorno de actuación, desde un punto de vista motor o linfüístico.
En un segundo nivel, la adaptación al entorno ha centrado el debate, a lo largo de los últimos años, sobre la influencia de la codificación biológica o del impacto contextual sobre el desarrollo. La necesidad de explicar este determinismo evolutivo ha hecho necesario, en algún momento, volver la mirada para comparar la especie a la que pertenecemos con aquellas sobre las que guardamos un "relativo" parentesco. Francisco J. Rubia, Catedrático de Medicina en la Universidad Complutense, apuntó con acierto alguna idea fundamental en este asunto (ver el texto íntegro de la conferencia), por ejemplo, cuando se trata de considerar las reiminiscencias filogenéticas (parecidos entre las especies debidos al proceso de evolución mismo) comunes entre las especies, por ejemplo, los miedos:
Francisco J. Rubia
Francisco J. R

"Los niños menores de cinco años no muestran este miedo, pero a partir de esa edad se desarrolla un pánico creciente, mientras que otros miedos, como a extraños o a ruidos de gran intensidad, van desapareciendo con la edad. En el ser humano, esta ofidofobia llega a producir intensas reacciones del sistema nervioso vegetativo, como sudoración intensa, palidez, e incluso náuseas y vómitos. Al igual que en los primates no humanos, en los seres humanos las serpientes producen no sólo temor y pánico, sino también una especie de fascinación." 

Así pues, los niños ya "vienen de fábrica" con un repertorio de ideas, esto es, de conocimiento, de información, bastante mayor del que durante muchos siglos se ha supuesto. Y en buena medida, ese "bagaje informativo" ya está disponible en el código genético. El miedo a las serpientes y, por supuesto, la capacidad de desarrollar un lenguaje como veremos a lo largo del curso, son algunas muestras de ello. Pero hoy sabemos que no son las únicas: 

"Durante bastante tiempo, y debido a la influencia sobre el desarrollo infantil de las teorías del psicólogo suizo Jean Piaget, se creyó que el niño nacía sin ninguna capacidad numérica; ésta tenía que ser adquirida a lo largo de los años. Pero hoy se sabe que todos los humanos, incluso en el primer año de vida, poseen una intuición muy bien desarrollada para los números. Con seis meses de edad, el niño es capaz de realizar adiciones y sustracciones sencillas."

Detectores cerebrales de la representación numeral
La representación numeral (bibliografía detallada), al igual que tantas otras, como la formación de categorías o la realización de procesos simples de razonamiento, constituyen hoy un conjunto central de investigación en psicología evolutiva y psicología cognitiva. 
La cuestión principal es, por tanto, obvia: ¿un niño pequeño podría defenderse en un entorno tan hostil como es el nuestro sin contar con un repertorio de competencias que le permitieran cosas como por ejemplo:


  • contar sucesos.
  • clasificar acontecimientos del mundo.
  • interpretar acciones.
  • priorizar eventos.
  • anticipar recompensas.
  • ajustar la acción a la demanda del entorno?

La adaptación, así entendida, es un proceso continuo de ajuste del organismo -el niño- al entorno de aprendizaje. ¿alguien se puede imaginar un niño tan desvalido que necesite del adulto absolutamente para todo?.  El pensamiento es el conjunto de capacidades de gestión de la información que permiten la construcción del conocimiento del niño sobre sí mismo y su entorno a lo largo del desarrollo. Estas capacidades, como trabajaremos en el siguiente bloque se constituyen en Procesos Cognitivos de distinta índole:
  • atención
  • percepción
  • memoria
  • razonamiento y toma de decisiones
  • cotrol de la acción
  • lenguaje